- CLAUDIA MECCIA
El 40% del territorio colombiano presenta degradación de suelo por erosión
El uso y manejo insostenible del suelo, sumado al cambio climático acelera su degradación y conlleva a un desequilibrio en los ecosistemas.

Se calcula que el 24% de las tierras en Colombia son susceptibles de degradarse por aridez, en este grupo se encuentran las principales ciudades, distritos de riego y los lugares con mayor densidad de población.
Uno de los factores que más contribuye a la degradación de suelos es la ocupación de áreas protegidas y el conflicto de uso del suelo, que se presenta cuando la tierra es utilizada para ganadería, agricultura, minería, vivienda, turismo y usos recreativos, entre otros.
”El uso y manejo insostenible del suelo, sumado al cambio climático acelera su degradación, que conlleva un desequilibrio de los ecosistemas, la afectación de actividades económicas, la disminución de la productividad, la inseguridad alimentaria y el aumento de la pobreza, entre otros aspectos. La gestión sostenible del suelo es una responsabilidad que atañe a todos los sectores de la sociedad, por tanto, los invito a unir esfuerzos y crear acciones conjuntas orientadas a proteger este recurso natural que cumple funciones vitales para la supervivencia humana”, sostuvo el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo.
Según el IDEAM, la línea base para el monitoreo y seguimiento de la degradación de los suelos por erosión a escala 1:100.000 establece que el 40% del territorio colombiano presenta algún grado de degradación de suelos por erosión.
Asimismo, la salinización de los suelos se manifiesta en el 5% del país, siendo la región Caribe la zona más susceptible a este tipo de degradación, allí, 53.237 km2 presentan procesos de salinización y sodización; especialmente en los geosistemas de sabanas y lomeríos y en la llanura inundable del Caribe.
Para atender esta problemática, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, junto al IDEAM, la Universidad Nacional, las entidades que conforman el Comité Interinstitucional de Suelos y otros actores del orden nacional y regional, trabajaron en la Política, aprobada el año pasado en Consejo Nacional Ambiental, que está pronta a publicarse y que busca promover la gestión sostenible del suelo en Colombia en un contexto en el que converjan la conservación de la biodiversidad, el agua y el aire, el ordenamiento del territorio y la gestión de riesgo, contribuyendo al desarrollo sostenible y al bienestar de los colombianos.
La Política para la Gestión Sostenible del Suelo propone la puesta en marcha de un plan de acción y el desarrollo de seis líneas estratégicas como el fortalecimiento institucional y armonización de normas y políticas; educación, capacitación y sensibilización; fortalecimiento de instrumentos de planificación ambiental y sectorial; monitoreo y seguimiento a la calidad de los suelos; investigación, innovación y transferencia de tecnología y preservación, restauración y uso sostenible del suelo.
De otro lado, entidades como el IDEAM y el IGAC vienen avanzando en el conocimiento de los suelos, mediante el desarrollo de inventarios de suelos, análisis del conflicto de uso y degradación por erosión y salinización entre otros aspectos.
La Gestión Sostenible de los Suelos en la región, contribuirá a hacer frente a los desafíos globales, y al cumplimiento de los compromisos internacionales.
De otro lado, este año se reunieron en la Ciudad de Ibagué, Colombia, los delegados de la Alianza Regional Suramericana del Suelo de los Ministerios y entidades participantes de: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela, Costa Rica, Cuba, Granada, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Santa Lucía, República Dominicana, Suriname, Trinidad y Tobago y Colombia, entre otros; para identificar el estado actual del marco legal/normativo e institucional para la promoción del manejo sostenible del suelo a nivel nacional y regional y definir estrategias conjuntas para fortalecer la gobernanza del suelo como se sugiere en la Carta Mundial del Suelo.
Fuente: Ministerio de Ambiente de Colombia